jueves, 19 de junio de 2014

Reportaje Coleccionistas de AECAPS en la Revista PESCAMAR

Texto: José Luis Lago García (www.dialdepesca.com)
Fotografías: Autor / Pedro Altaba

En la revista Pescamar de este mes de mayo de 2012 aparece un reportaje sobre los coleccionistas de artículos de pesca y carretes antiguos, con motivo del encuentro de la Asociación de Coleccionistas Españoles realizada el pasado enero en Castelldefels (Barcelona)

A continuación podéis leer un fragmento del artículo aparecido



La afición de la pesca no se limita únicamente a lanzar la caña en la orilla o pedrero. Nuestro hobby favorito puede abarcar más esferas. Mientras hay muchos pescadores que se preparan sus propios señuelos en casa a otros les interesa coleccionar antiguos útiles y recopilar la historia de cada uno de ellos. Conozcamos un poco el mundillo de los apasionados coleccionistas de carretes, cañas y otros utensilios o curiosidades de la pesca.


En una época en que prácticamente todo es fabricado “made in China”, muchos pescadores suspiran por el “made in Spain”. Un sello en vías de extinción, ya que la mayoría de los distribuidores españoles lo que en verdad practican es la importación de mercancía extranjera asiática. Al calor de esta carencia nacional surge un movimiento de coleccionistas con el afán de recuperar y poner en valor los útiles “nuestros de siempre”, con productos que fueron realizados en nuestras propias factorías. Esto no excluye que algunos coleccionistas de pesca también abarquen productos antiguos de otras nacionalidades.
Pese a que la pesca abarca una cantidad amplia de distintos materiales para los coleccionistas la atención se centra principalmente en los carretes de pesca. Dentro de las bobinas en España la nostalgia se incrementa con los Sagarra, la gran marca de carretes de pesca españoles desparecida en 1995. Casi dos décadas después del cierre de la factoría catalana muchos pescadores se dedican actualmente a coleccionar y preservar aquel patrimonio de robustos carretes de aluminio con nombres míticos como Tarzán, Súper, modelo 46, Mixto, Júnior… que sin duda para muchos pescadores veteranos sonará tan familiar como los clásicos coches Seat 600 ó Renault 5.



El catálogo de carretes españoles para los coleccionistas no se limita a los famosos Sagarra y se incrementa con otras marcas nacionales salidas de pequeños talleres y artesanos como La Dorada Chritín, Viper, Aimsa, Arpes, Centurión…cuyas antigüedades de muchos de ellos se remontan a tiempos de postguerra civil del siglo pasado. Aparecen incluso carretes autóctonos que no tienen marca conocida y que probablemente fueron hechos manualmente por algún tornero desconocido, por lo que su origen resulta aún un misterio incluso para los coleccionistas más expertos. En realidad todos estos artilugios hoy en día siguen llamando la atención por tener un aire vetusto, ya que su diseño, características, velocidad, ruido, mecánica… no tienen nada que ver con un carrete moderno. No todos pescadores los guardan con propósito coleccionista, aún incluso quienes los utilizan en la caña por su robustez o simplemente por practicar la pesca impregnado con este toque de romántico que emite el estridente ruido de la carraca.


Pasión por lo antiguo

El coleccionismo de materiales de pesca clásicos es una afición que requiere mucho tiempo de investigación, rastreo por mercadillos, recorrer incesantemente tiendas de segunda mano, horas de buceo por páginas de venta anuncios o participar en subastas de Internet en busca de una pieza rara o que falte en la colección. Una vez conseguido el objetivo el trabajo se puede incrementar con la meticulosa limpieza, restauración y recuperación de unidades que pueden estar muy deterioradas, e incluso inservibles. Por esto que en este hobby también hace falta una cierta sabiduría mecánica y disponer de margen de repuestos para revivir carretes que en algunos casos están casi desahuciados.

No todos los que guardan estos vetustos carretes se engloban en la categoría de coleccionistas puros y duros. Otros pescadores tienen una colección más modesta en la que se conforman con conservar los viejos carretes del abuelo o padre, más bien por el valor sentimental y recuerdos de viejas batallitas de pesca que evocan. Hasta la aparición pública de los coleccionistas muchos carretes anticuados o rotos eran tirados sin compasión a la basura o abandonados en un baúl como si fuese un trasto olvidado. Pero en los últimos tiempos estos útiles que hasta hace poco eran prácticamente ignorados han pasado a tenerse en cuenta, aunque no todos los carretes antiguos son iguales en cuanto a su apreciación.



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